Vivir y moverse entre nubes
Cada vez más, las organizaciones están adoptando una
estrategia multi-cloud utilizando varias nubes, ya sean privadas o públicas.
Según un estudio reciente a nivel mundial, el 84% de las empresas están
utilizando distintas nubes públicas o privadas.
Este entorno ofrece muchas
ventajas para las compañías, entre las que podemos destacar la agilidad para
crear y desplegar aplicaciones y servicios donde mejor funcionen. Otra es que
se puede adaptar el presupuesto de acuerdo a las necesidades que haya y
aprovechar los beneficios de cada nube sin tener que adquirir un compromiso de
costes con una sola plataforma.
Al distribuir las cargas de trabajo y los servicios en distintas nubes, esto proporciona una mayor capacidad de recuperación ante desastres. En caso de que se caiga una nube, el tráfico puede redireccionarse inmediatamente a otra, siempre que se hayan adoptado los procesos necesarios.
Según una encuesta realizada por IT Trends, la seguridad en
la nube es la principal área de inversión de IT para las empresas en 2021. La
segunda es la infraestructura cloud. Dentro de la empresa, los entornos
on premise han disminuido y crece el entorno cloud tanto en modo privado como
en el público. Los datos también señalan que un 49% tiene 2 o más nubes
públicas.
La principal preocupación a la que se enfrentan los profesionales a través de la nube es la ciberseguridad. Muchas de las grandes compañías de cloud, cuentan con capacidad de inversiones muy altas en ciberseguridad
que una empresa por si sola no podría tener, por lo tanto, es una de las
principales ventajas de las que se pueden beneficiar las compañías. Hoy en día
tenemos estándares de auditorías, también trazabilidad, y se han generado
herramientas que dan esa transparencia de lo que puede estar pasando gestionado
por un tercero.
En el entorno cloud, el coste puede ser uno de los principales drivers, hoy en día, en el nivel de incertidumbre en el que nos movemos, las empresas se decantan por un el pago por uso frente a pagar por una estructura sin saber cuáles son las necesidades que va a tener su estructura a largo plazo. Por lo tanto, aquí juega un papel importante la escalabilidad que si bien crece como si decrece se pueda contratar en función de lo que utiliza.
El modelo de nube pública está pensado para ser consumido tanto por usuarios como por empresas, por lo que destaca por ser muy sencilla a la hora de operar y de utilizar. En este sentido, una de las claves para sacarle el máximo provecho al entorno cloud, es conocer todas las funcionalidades que nos ofrecen. Conocer todas las capacidades que tienen que en muchas ocasiones vienen de serie y son nativas del proveedor, pero hay que saber cómo configurarlas.
Si hablamos del entorno multi-cloud, los principales desafíos que se presentan cuando hay que realizar una migración a distintas nubes, es la creación de una estrategia global. Es decir, diseñar una arquitectura, seguridad y planes de contingencia. Adaptar las nuevas amenazas que pueden surgir de los entornos cloud y que son muy distintos a los que podemos estar acostumbrados.
Las ventajas de adoptar una arquitectura multi-cloud son claras. Sin embargo, el uso de múltiples plataformas en la nube puede agregar complejidad operativa y de seguridad, así como suponer una carga de trabajo adicional para los equipos de desarrollo, especialmente cuando es necesario supervisar varias plataformas.
También requiere comprender los diversos entornos de los sistemas y las reglas específicas de cada proveedor, así como aprender a combinarlos. Por lo tanto, contar con el apoyo de equipos que desarrollen todos estos asuntos es fundamental a la hora de diseñar esta arquitectura.
En definitiva, las compañías buscamos innovación, conseguir
reducir el time to market, simplicidad, eficiencia, escalabilidad y que la
experiencia de usuario sea única tanto en un entorno híbrido como en multi-cloud.