Hoy en día, la conectividad determina nuestras vidas y actividades en todos los ámbitos que nos movemos. Sabemos que a medida que la tecnología evoluciona,  se vuelve mucho más importante ya que volcamos todas las comunicaciones en dicha tecnología.

En el plano europeo, los planes de digitalización del 2025- 2030, se apoyan en 4 puntos que tienen que ver con la conectividad y la comunicación.

En primer lugar, hacen falta especialistas en tecnología. Esto quiere decir que al menos, un 80% de la población europea debería tener unos conocimientos básicos que vayan más allá de lo que es interactuar con el smartphone.

La digitalización de los servicios públicos. Se considera que una sociedad está digitalizada cuando está integrada en su administración pública. Existen todavía muchas carencias y lo hemos visto durante la pandemia, donde, servicios críticos se vieron colapsados e incluso cerrados, por no poder replicar en remoto el servicio del día a día en los servicios que prestaban anteriormente.

La transformación también atiende al sector privado como motor en este proceso, donde no solo las grandes corporaciones se deben sumar a la transformación digital, sino también las pequeñas y medianas compañías.

Todo esto no sería posible si no existiera una gran inversión en infraestructuras que sean capaces de transmitir y soportar esas comunicaciones tanto actuales como futuras. Nos referimos a nivel de conectividad, de microprocesadores, gestion de información, plataformas cloud, para gestionar esa ingente cantidad de datos.

Infraestructuras

En términos de infraestructura, el objetivo a nivel europeo es llegar a la totalidad de conectividad Gigabit en todos los activadores socioeconómicos. En España, existe acceso a nivel Gigabit en todos los centros neurálgicos y grandes poblaciones, pero todavía queda mucho camino por recorrer, ya que sólo el 63% está dotado de Gigabit. El objetivo puesto para 2030 es pasar de 30 Mb a 100 Mb en todos los hogares y empresas.

Todavía hay zonas que no llegan los 30 Mb, donde la fibra no puede acceder y requiere la implementación de otro tipo de servicios menos costosos y más rápidos.

Con la nueva normalidad, muchos se han ido a trabajar a casa y esto requiere compartir el ancho de banda con nuestros convivientes. Si tenemos en cuenta todos los dispositivos que están conectados y las tecnologías que éstos soportan, en una familia de 4 miembros se necesitará 25 Mbps, en una familia de 8 miembros será de 40Mbps. Si hablamos de home office y educación desde casa, a estas cifras habrá que añadirle de 5-10 Mbps. 

Seguridad e IoT

Un concepto tan grande como es el de la conectividad, debe estar siempre ligado a planes de ciberseguridad para tener todos los datos protegidos y asegurar la privacidad de éstos.  

En este sentido, nos enfrentamos a distintos retos en cuanto a seguridad:

Interactuamos con multitud de dispositivos IoT que están localizados en múltiples ubicaciones, por lo tanto, esto incrementa la superficie de exposición.

Los servicios que consumimos están en la nube y no el entorno corporativo.

En gran parte de los dispositivos que están en el ámbito del Internet de las cosas no es posible instalar un software de protección.

El planteamiento de tecnología IoT, tiene retos claros en ciberseguridad ya que existe mayor riesgo de infecciones laterales. Los dispositivos son más vulnerables y se afectan fácilmente.

La solución tiende a aislar y segmentar el tráfico de los dispositivos. Para ello, deberemos:

·      Tener visibilidad de qué dispositivos IoT se encuentran conectados a nuestra red.

·      En función de esto, se aplicarán políticas de protección que definan con qué dispositivos se puede comunicar.

·      Una vez hecho esto, tendremos que estar alerta y detectar posibles amenazas que puedan evadir las defensas y actuar de forma automática en el menor tiempo posible.

Desde el año 2020, han aparecido nuevas soluciones en el mercado para dar respuesta a necesidades y frentes que se han visto afectados durante la pandemia. Venimos de un modelo más acotado del ámbito personal, con pocos dispositivos, y una red privada corporativa limitada. Pues bien, el panorama está cambiando radicalmente ya que nos encontramos en un entorno mucho más dinámico y flexible.

Por un lado, está un extremo más distribuido con un incremento exponencial de número de dispositivos de IoT, los cuales no se pueden instalar agentes de seguridad que controlen el ciber. Por otro lado, estamos consumiendo servicios que ya no están dentro del entorno corporativo, ya que son servicios que están en la nube.

Esto plantea cambios en las WAN corporativas ya que el tráfico que existe para ir a servicios que están dentro de la nube, no encuentran su camino optimo a través de las WAN corporativas. En caso de que el gestor de IT de la empresa aplique un tipo de seguridad y filtros necesarios, la experiencia de usuario puede verse afectada.

Se necesita flexibilidad para gestionar los flujos de tráfico a la nube y esto se hace a través de soluciones SDWAN que permitan garantizar un acceso fiable y de alto rendimiento a las sucursales en todas las nubes y aplicaciones.

Después de todo lo comentado, debemos quedarnos con que, la conectividad en las empresas debe ser una palanca para mejorar la comunicación con sus potenciales clientes. Desde Keycoes Comunicaciones ayudamos a las corporaciones en todos los aspectos a seguir avanzando con servicios que les permita aumentar la eficiencia en sus negocios.